Dicen que Europa era una fenicia a la cual violó Zeus en forma de Toro. Dicen que Europa es una vieja península de Asia que cabalga por la historia dejando un rastro de progreso, hambre y sangre. Un viejo historiador europeo me enseño al despertar que Europa era mi patria y me invito a compartir su sueño de Unión Europea.
El nombre propio es Unión. Normalmente los apellidos vienen de nombres, así como Rodríguez viene de hijo de Rodrigo. Europa viene de ser hija de toda esa historia que conocemos, pero hace tiempo que dejo de ser nombre para ser apellido, pues esa historia es de otra generación. Ésta no cabalga a lomos de Zeus convertido en toro porque es un proceso libre e imparable, como una marea de sueños que llevan ya tres siglos empujando.
Para mí la Unión Europea es una patria de valores, que podemos situar en el origen griego, pero que crecen y se desarrollan con las personas que pensaron y fortalecieron tres conceptos claves: igualdad, libertad y fraternidad. Para mi esa patria es el mundo y el concepto de ciudadanía, es una buena razón para haber llegado hasta aquí y para seguir pensando. Pues estos valores se han enfrentado siempre al poder. El poder no son personas concretas, el poder es una institución miedosa de perderse a si misma. En él, “el sueño de la razón produce monstruos” y en nosotros pesadillas que no nos dejan seguir soñando. Porque primero para seguir caminando por la estela de esas tres palabras, tenemos que preguntarnos sobre cualquier cosa si es justa y después buscar a partir de la respuesta a esa pregunta el camino a lo razonable.
La Unión Europea es un proceso económico que ha servido para hacer más próspero al capital europeo, pero también ha sido un proceso de paz y unión que ha conseguido un relativo periodo de paz, exceptuando la guerra de los Balcanes. ¿Qué quiero decir con esto?Pues quiero situarme dentro de este proceso y ver su lado bueno, ya que no conozco la guerra en persona y prefiero que me sigan hablando ancianos de ella. Hoy la Unión Europea se va a dormir sin sueños, porque la existencia de esos valores está en peligro, otro Zeus quiere violarla para alimentar su poder y traspasar su miedo. Una vez me dijeron que Francia era la segunda patria de todos los patriotas, el centro de los exiliados, a día de hoy es el enemigo de nuestros sueños que pretende matar las tres palabras que la hicieron patria de ellos.
El pueblo gitano, aquel pueblo mártir de persecuciones que nunca llego a Hollywood, ese pueblo errante sin tierra prometida ni tierra que prometer, son ciudadanos de este mundo y ni nada ni nadie tiene derecho a expulsarles de una tierra que a nadie nos pertenece. Si seguimos dejando que las pesadillas ocupen el espacio de los sueños dejará de pertenecernos el futuro porque ya nada tendrá sentido. Solo esas tres palabras encarrilan al universalismo europeo por la estela de los sueños, sin ellas solo somos el enemigo del mundo.
