Como simple primate, me dispongo a exponer opiniones a este sol informativo. Mis dedos teclean en letras de plástico intentando armonizar construcciones que saldrán de mi intuición, de mi deducción, de mi hermenéutica y de la descripción de mis sueños. En el fondo siempre se me dio mejor describir sueños que escribir realidades, ya que me peleé con el lenguaje a ojos descubiertos y a estas alturas del combate creo que sólo me queda perder dignamente a los puntos salvando el K.O. Desde esta reconciliación imposible, me dispongo a aletear como mariposa inquieta esperando consecuencia, pues la red es un mar de información donde millones de dedos tiran mensajes en botellas bebidas, esperando cómplices de otras orillas. Y pienso ahora: ¿qué más dará si antes nos aseguramos de que los leen quienes comparten naufragio? Espero que a alguien le interese la opinión de este niño que se perdió en un viaje hacia un futuro re-soñado.

viernes, 2 de agosto de 2013

Indolente ignorancia y desigualdad

Parece paradójico que para exculparse la corrupción, personas que comen de nuestro trabajo, argumenten ignorancia. Esto ya paso con el PSOE en los GAL, ahora también en los ERE. Con el PP en las armas de destrucción masiva, ahora en la trama gurtel, en el caso Barcenas. Con el Rey en el caso Banesto y algún otro, con la Infanta Plastilina en la trama Nos. Con CIU en Banca Catalana, ahora en las ITV y muchas más...

Parece mentira que tengan tanta suerte estos incompetentes que supuestamente son incapaces de ver el ilegal lucro del compañero, cuando no son participes y cohabitan la avaricia que espolia a la ciudadanía. Su suerte, no es azar, es un sistema de clases escaladas en el que todos participamos y que les deja sobrevivir otra partida con tal de no cuestionar la injusticia en la que todo ciudadano nace. Vivimos rodeados de abundancia, pero por el momento solo socializan su ignorancia, desprecio y avaricia.

Nuestros vecinos les votan, compran sus diarios, ven sus televisiones, ríen sus gracias, envidian sus ganancias, lloran sus desgracias, aplauden sus falacias... Sin entender que vivir bien, no es vivir mejor que alguien, es vivir en paz y dignidad y para ello es necesario una comunidad escalada del vecino más cercano a la humanidad más englobada. Nacer en igualdad no es un capricho es una condición indispensable para hacer funcionar el sistema democrático. No estamos en igualdad de condiciones en múltiples aspectos, este,  el de la capacidad de alegar ignorancia y seguir ejerciendo, es un ejemplo ilustrativo del disparo en la base de la democracia.

No es una moralina, ni un reproche, ni un mira yo que buena gente, es una reflexión en la calor del infierno que quiso ser paraíso en el siglo XXI. Si seguimos disparándonos en el pie será imposible caminar!

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